“Abandono de persona en Místico”

SR. DIRECTOR: Veo que del boliche “Místico”, este domingo a la madrugada, sacan a una adolescente (Laura) en estado totalmente inconsciente, la dejan en la vereda, a cinco metros de la entrada. En un primer momento es socorrida por la seguridad del boliche, al rato viene una ambulancia de EME, se bajan dos médicos, la atienden […]

SR. DIRECTOR:

Veo que del boliche “Místico”, este domingo a la madrugada, sacan a una adolescente (Laura) en estado totalmente inconsciente, la dejan en la vereda, a cinco metros de la entrada.

En un primer momento es socorrida por la seguridad del boliche, al rato viene una ambulancia de EME, se bajan dos médicos, la atienden en la misma vereda, tirada en el piso y le toman la presión. Al rato veo que vienen de vuelta a la ambulancia y, ante mi sorpresa, rápidamente se van (lo correcto hubiese sido que la lleven al hospital como prevención a un posible coma alcohólico).

La chica sigue tirada en el piso, sola, por un buen rato. Tomo la decisión de acercarme e intervenir. Justo se acerca un grupo de jóvenes y una de ellas (Noelia) la empieza a reanimar sin resultado positivo. Ella le decía a sus amigos: “No podemos dejarla así tirada, tenemos que ayudarla”. La levantan, intentan llevarla caminando, hacen solo unos 10 metros y vuelven a recostarla en la vereda. En ese momento veo que personal femenino saca del boliche a otra chica (Vanina). La dejan tirada en la vereda, a solo cinco metros de la entrada; por unos instantes intentan animarla.

Noelia, al ver esta situación, se acerca, dejando a la otra chica con sus amigos; trata de reanimarla, con mucha paciencia logra que le diga el teléfono. Una mujer rubia -creo que es parte del boliche- se comunica con un familiar. Le dicen que van a venir a buscarla.

Noelia, entonces, al ver que ya venían a buscar a Vanina, se va tranquila y vuelve con Laura, que seguía inconsciente. Logran ponerla de pie y la llevan caminando con apoyo en ambos lados de otros jóvenes. Yo recorro con ellos tres cuadras. Felicito a  la joven Noelia. Sin conocerlos, tomo el compromiso de no ser indiferente, como lo es la mayoría de la sociedad. Vuelvo a “Místico” y veo que Vanina sigue tirada en la vereda, a pocos metros de la entrada al boliche, ahora con otros jóvenes, quienes no la conocen, pero no la quieren dejar sola.

Los del boliche cerraron y se lavaron las manos. La chica empezó con convulsiones, me comunico con la madre, me dice que ya van los hermanos en remís. Le digo que se quede tranquila, que yo la voy a esperar. Al rato llegan, un hermano y una hermana, les comento lo que le pasó y se van urgente al hospital, donde le pusieron oxigeno y se recuperó bien.

En el estado que estaban ambas chicas, en donde por momentos  nadie les daba bolilla, podía venir cualquier mafioso de trata de blancas, cargarlas a su coche y llevársela sin ningún problema.

¿Qué hubiese pasado si a las chicas les hubiese agarrado un coma alcohólico a cinco metros de la puerta del baile? ¿Quien era el responsable por abandono de persona? No puede ser que les vendan bebidas en forma desmedida, les gasten la plata y después las tiren como bolsas de papas.

¿Esperamos que muera un chico en el baile para que empiecen los controles y para que los dueños de los boliches, especialmente “Místico”, sean un poco más humanos?

Los vicios de las ciudades urbanas son muchos y tentadores. Los jóvenes de todas las clases sociales están expuestos a todo tipo de riesgos en la noche de los fines de semanas, especialmente las mujeres. Todos debemos imitar el ejemplo de la joven Noelia y sus amigos.

Luis Rafael Carabajal (Belén de Escobar)

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