Esta vez no hubo cacerolas, ni banderas, ni carteles, ni cánticos, ni nada que altere la serenidad de la noche en la plaza General San Martín: la convocatoria a manifestarse contra el gobierno nacional tuvo una adhesión nula en Belén de Escobar, donde el 8 de noviembre del año pasado y el último 18 de abril varios cientos de vecinos habían salido a las calles a protestar.
Aunque tibiamente, en las redes sociales habían circulado convocatorias a participar del denominado #8A en la plaza principal de la ciudad. El horario de encuentro sería las 19.30. Pero la propuesta naufragó completamente al no tener asistentes. Los únicos que dieron el presente fueron un puñado de policías que recorrieron el lugar y se retiraron tras comprobar que no había movimientos.
Seguramente el duelo nacional por la tragedia de Rosario y la inminencia de las elecciones primarias influyeron en el ánimo general de los escobarenses, que esta vez le dieron la espalda a la iniciativa.
Mientras tanto, los cacerolazos de este jueves en Capital Federal y otras ciudades del país tuvieron una concurrencia claramente menor a las anteriores y se desarrollaron sin incidentes.