Se suicidó el ingeniero que estaba acusado de violar a empleadas domésticas

Se trata de Claudio Borro, ex funcionario municipal, quien estaba detenido en la Unidad Carcelaria 21 de Campana. Se lo acusaba de ocho ataques sexuales.

Borro tenía 49 años y vivía en Savio. Había trabajado en el Municipio y era gerente de una metalúrgica de Garín.

El ingeniero Claudio Borro (49) se suicidó este jueves 18 en una cárcel de Campana, donde llevaba nueve meses detenido acusado de abusar sexualmente de ocho mujeres, la mayoría empleadas domésticas de los countries Nordelta y Santa Bárbara.

Borro estaba a punto de ir a juicio oral por ocho hechos de abuso sexual agravado y este jueves a las 17 apareció ahorcado y colgado de una sábana en la Unidad 41 de Campana, donde cumplía su prisión preventiva, según indicaron las fuentes.

Su muerte es investigada por el fiscal Alejandro Irigoyen, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Campana, quien se presentó en el lugar.

“El médico que fue a levantar el cadáver aseguró que no notó nada extraño. Parece un claro suicidio”, dijo a Télam un vocero judicial.

Borro había sido funcionario de la Secretaría de Obras Públicas del Municipio y era gerente de una importante empresa de la localidad de Garín especializada en la construcción de estructuras metálicas. Al momento de su detención, en octubre pasado, vivía en Maquinista Savio junto a su esposa, de quien esperaba un hijo.

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Su arresto se produjo gracias a una investigación de la fiscal Marcela Semería, ex titular de la UFI de Delitos Sexuales de Tigre, en la que fueron clave las cámaras de seguridad.

Es que el auto de Borro, un Honda Fit blanco, quedó filmado en los lugares donde merodeaba y levantaba a las empleadas domésticas que hacían dedo y, luego, terminaban violadas.

El caso también tuvo repercusión porque cuando Borro fue detenido en octubre pasado en su domicilio de Maquinista Savio, partido de Escobar, la policía informó que el ingeniero intentó “coimearlos” con 30.000 dólares para que lo dejaran escapar y que no le contaran nada a su esposa, quien estaba embarazada.

Fuentes de la investigación revelaron a Télam que de los ocho hechos que se le imputaban a Borro, en todos los casos fue reconocido en rueda de personas por sus víctimas y además había cotejos de ADN positivo que incriminaban al imputado.

Las mismas fuentes explicaron que el modus operandi del que se lo acusaba siempre era el mismo: con su auto Honda Fit color blanco, el imputado les ofrecía a sus víctimas -siete fueron empleadas domésticas y una trabajadora de una panadería- acercarlas hasta sus trabajos en countries de Tigre, entre ellos Las Glorias, San Marco y Valle Claro.

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Las mujeres aceptaban, pero una vez que abordaban el auto el ingeniero se desviaba del camino, las amenazaba con un arma y las obligaba a practicarle sexo oral para luego abandonarlas, aunque las fuentes aclararon que los ataques sexuales nunca se produjeron dentro de los countries sino en las inmediaciones.

La última de sus víctimas fue una chica de 19 años que le aportó a la policía la patente del auto Honda Fit blanco.

Con ese dato y las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Tigre, se pudo identificar fehacientemente el vehículo y a su propietario, que era el ingeniero Borro.

Con la muerte de Borro, la acción penal queda extinta, por lo que en los próximos días la causa que lo tenía como imputado y en la que por la sumatoria de hechos podría haber sido condenado a una pena de hasta 50 años de cárcel, quedará archivada.

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