Sobre el filo de la medianoche del miércoles 5, cuatro delincuentes ingresaron al bar María Pía y a punta de pistolas se alzaron con la recaudación de la caja más el dinero y elementos personales de una docena de clientes.
Los maleantes llegaron a la céntrica confitería, ubicada en la esquina de Tapia de Cruz y Asborno, frente a la plaza San Martín, en un Fiat Uno gris y rápidamente se dirigieron al encargado del local para exigirle la plata que tenía en la caja registradora. Al mismo tiempo, intimidaron a todos los presentes y les sustrajeron dinero y teléfonos celulares, según trascendió de fuentes policiales.
Así, en breves instantes la gavilla se hizo de un sustancioso botín y emprendió la fuga sin ninguna dificultad, ya que la presencia policial en esos momentos era nula por la zona.
Sobre el descuido de esa cuadrícula de vigilancia, el flamante titular de la comisaría de Belén de Escobar, Carlos Vara, explicó que el personal de turno se encontraba prestando ayuda en un incendio de grandes proporciones en Matheu.
En virtud de esta experiencia, empero, el jefe policial se habría comprometido a disponer guardias especiales durante la noche y la madrugada en el centro comercial.