Al cumplirse once meses del asesinato de Noemí Condori, familiares y amigos de la joven se manifestaron este martes 11 a la mañana sobre la ruta 25, en Matheu, para reclamar que la fiscal que investiga el hecho no archive la causa, en la que no hay imputados.
La manifestación se llevó a cabo en ruta 25 y Colón, a tres cuadras de la casa donde vivía y hallara la muerte Noemí, en un frustrado intento de robo. Participaron medio centenar de personas, muchas de ellas del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), donde Noemí trabajaba.
A diferencia de las marchas que se realizaron durante el verano, esta vez la principal consigna fue “No al archivo de la causa”, ya que por faltas de pruebas la fiscal Irene Molinari estaría decidiendo en las próximas horas archivar la causa, con lo que daría por cerrada la investigación del homicidio.
Simultáneamente, un grupo aún numeroso se encontraba realizando el mismo reclamo frente a la fiscalía general de Campana. Esa marcha estaba dirigida por Mario Quispe, viudo de Noemí, a quien acompañaron integrantes del FOL, del Espacio Cultural Pachamama y de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI).
La idea era dialogar con la fiscal general, Liliana Maero, para pedirle “que haga lo posible para que no se archive el expediente y se continúe con el curso de la investigación”, según explicaron desde el FOL. En once meses la investigación no arrojó ningún resultado importante, ya que la causa carece de imputados y responsables.
La protesta se extendió entre pasadas las 10 y las 12. Durante ese tiempo, personal de la Policía de Tránsito se ubicó sobre la ruta para desviar el tránsito vehicular por la calle Saavedra. Pese a las quejas de algunos automovilistas, la manifestación se desarrolló sin ningún tipo de inconvenientes.
Un asesinato absurdo
Oriunda de Bolivia, Susana Noemí Condori tenía 27 años y erra madre de dos hijos. Fue asesinada durante la madrugada del 11 de enero por dos ladrones que intentaron robar en su domicilio de la calle Colón. Al no poder ingresar a la vivienda, uno de los delincuentes le efectuó dos disparos mortales en el pecho.
Noemí era integrante del FOL y trabajaba solidariamente en el centro comunitario “La Esperanza” que dicha organización posee en el barrio Villa Saboya. Además, realizaba distintas tareas en una cooperativa del programa “Argentina Trabaja”.