Con energía y el habitual clima de fiesta que le imprime a sus recitales, Las Pastillas del Abuelo presentó este sábado a la noche su reciente disco “Versiones” en el microestadio de Sportivo Escobar, ante unos 700 jóvenes.
Como el nuevo álbum de la banda (grabado en los estudios de Rock & Pop) es un compilado de reversiones de las canciones favoritas de su público, la noche transcurrió a pura efervescencia, con pogo y saltos permanentes. El único altercado se dio al principio, cerca de las vallas, pero la situación fue reprendida por el cantante Juan “Pity” Fernández, que respetuosamente exhortó a los involucrados a comportarse y disfrutar del espectáculo.
La banda tardó algunos minutos en pisar firme sobre el escenario, perjudicada por un sonido algo confuso que se fue limpiando poco a poco y terminó siendo tan impecable como el desempeño de los ocho músicos.
“Historias”, “Solo Dios”, “Otra vuelta de tuerca”, “El cowboy” y “Tantas escaleras” fueron algunas de las canciones que más levantaron a la gente, al igual que la oda a Diego Maradona de “Que es Dios”. “Y ya lo ve, el que no salta, es un inglés”, coreó el público tras los aplausos.
En medio del recital, Fernández hizo un llamado a la reflexión y la solidaridad al aludir al dramático caso de Matías Berardi, el joven secuestrado y asesinado a fines de septiembre. El hecho, por todos conocido, toca de cerca al grupo porque la víctima era sobrino de su sonidista, Guito Daverio.
Tampoco faltaron en la noche la clásica sentada del público y una colorida lluvia de globos, que condimentaron una atmósfera festiva de principio a fin al ritmo de rock con buenos pasajes de reggae, candombe, chacarera, country y otros ritmos.
Tras noventa minutos a los palos, Las Pastillas demostró una vez que su ascenso en la escena del rock nacional tiene muy sólidos fundamentos.
La banda agotó noventa minutos con un recital impecable.
Con energía y el habitual clima de fiesta que envuelve a sus recitales, Las Pastillas del Abuelo presentó este sábado a la noche su reciente y cuarto disco “Versiones” en el microestadio de Sportivo Escobar, ante unos 700 jóvenes.
Como el nuevo álbum de la banda (grabado en los estudios de Rock & Pop) es un compilado de reversiones de las canciones favoritas de su público, la noche transcurrió a pura efervescencia, con pogo y saltos permanentes. El único altercado se dio al principio, cerca de las vallas, pero la situación fue reprendida por el cantante Juan “Piti” Fernández, que respetuosamente exhortó a los involucrados a comportarse y disfrutar del espectáculo.
Dio la impresión de que la banda tardó algunos minutos en pisar firme sobre el escenario, perjudicada por un sonido algo confuso que se fue limpiando poco a poco y terminó siendo tan impecable como el desempeño de los ocho músicos.
“Historias”, “Solo Dios”, “Otra vuelta de tuerca”, “El cowboy” y “Tantas escaleras” fueron algunas de las canciones que más levantaron a la gente, al igual que la oda a Diego Maradona de “Que es Dios”. “Y ya lo ve, el que no salta, es un inglés”, coreó el público tras los aplausos.
En medio del recital, Fernández hizo un llamado a la reflexión y la solidaridad al aludir al dramático caso de Matías Berardi, el joven secuestrado y asesinado a fines de septiembre. El hecho, por todos conocido, toca de cerca al grupo porque la víctima era sobrino de su sonidista, Guito Daverio.
Tampoco faltaron en la noche la clásica sentada del público y una colorida lluvia de globos, que condimentaron una atmósfera festiva de principio a fin al ritmo de rock con buenos pasajes de reggae, candombe, chacarera, country y otros ritmos.
Tras noventa minutos a los palos, Las Pastillas demostró una vez que su ascenso en la escena del rock nacional tiene muy sólidos fundamentos.