La historia se remonta doce años atrás. En la noche del 26 de agosto de 2011, Yanina Soledad Jerez (18) salió a bailar con unos amigos y nunca volvió a su casa, en la localidad de Maquinista Savio. Desde entonces, nadie volvió a verla ni supo más de ella. Hasta ahora.
Cuando parecía que el caso se encaminaba a ser un misterio eterno, como pasó con María Cash o Marita Verón, entre otras causas emblemáticas de mujeres desaparecidas, la familia de la joven recibió una citación para presentarse el martes en la fiscalía descentralizada de Escobar. “Hay novedades”, les dijeron, sin precisiones.
“Pensé que la habían encontrado o que sabían dónde estaba”, expresó su madre, Rosa Coteleso, en declaraciones periodísticas. Pero lo que el fiscal Claudio Andijuan tenía para decirle era algo muy distinto: Yanina había fallecido tres meses después de haber desaparecido.
Perpleja, la mujer reconoció el cadáver de su hija a través de la pantalla de una computadora, en la cual le mostraron las fotos del cuerpo en la autopsia que se había llevado a cabo en la morgue judicial de Florencio Varela. “La reconocí por los tatuajes que tenía en la cara y en la mano”, declaró.
El fiscal también le contó que Yanina había fallecido a causa de una grave infección en el pie. Lo que nadie en la familia puede creer es que recién doce años después se enteren de esto. Al parecer, la joven había ingresado a la morgue como NN. Y en esa misma condición fue posteriormente sepultada, sin que ninguno de sus deudos se enterara.
“Le dijeron a mi mamá que dos hombres de nacionalidad paraguaya la habían dejado en el hospital, que entró muy mal y ahí falleció. Esto fue en noviembre de 2011” le contó a El Día de Escobar el hermano de Yanina, Eduardo Jerez, todavía sin poder asimilar ni entender este confuso desenlace.
Hasta ahora, eso es todo lo que la familia sabe. Lo demás son suposiciones, dudas, interrogantes, hipótesis y rumores. A la madre de Yanina le dijeron que podría obtener más información en la fiscalía de Lomas de Zamora, que intervino en el deceso de su hija.
Las recientes novedades en torno al caso generaron conmoción en la comunidad de Maquinista Savio. A tal punto que vecinos y allegados a la familia de la joven están convocando a una caminata desde la estación de la localidad hasta la casa donde vivía la joven, en el barrio Amancay, a fin de reclamar el total esclarecimiento del caso.
“Su madre y su familia no descansarán hasta saber la verdad sobre lo que le sucedió a su hija y hacer que los responsables paguen por su muerte”, expresaron en la convocatoria a la marcha, que se realizaría este viernes a la tarde.
Historia de una desaparición
Pasaron más de 4.100 días desde aquel 26 de agosto de 2011 en el que Yanina Soledad Jerez fue vista por última vez. Fue en un local de esparcimiento nocturno denominado “El Pa”, ubicado frente a la estación de trenes de Maquinista Savio. Esa noche salió a bailar y nunca más regresó.
“Tenía la intención de volver”, aseguró en ese momento su madre, Rosa Coteleso, a la revista DIA 32. Además, la mujer no dejó lugar a dudas con respecto a su teoría: “A mi hija se la llevaron los de la trata”, sostuvo.
De contextura delgada, tez blanca, cabellos teñidos de rubio y 1,55 metros de estatura, Yanina tenía 18 años y un bebé, llamado Dilan. Vivía el barrio Amancay y estudiaba en la Escuela Secundaria Nº28 de la localidad.
A fines de 2022, el Ministerio de Seguridad de la Nación estableció una recompensa de $1.000.000 para aquellas personas que aporten datos sobre el paradero de la joven, duplicando la cifra que se había establecido en 2017. Sin embargo, el estímulo para dar con el paradero de Yanina no dio resultados.
Por Ciro D. Yacuzzi