La conclusión del caso Gerez, para el fiscal Facundo Flores, se resume a cinco palabras: “No se sabe qué pasó”. A pesar de las miles de fojas con testimonios, escuchas telefónicas y allanamientos que dan cuerpo al obeso sumario judicial, la verdad no aparece. Y quizás no aparezca jamás, ya que la causa va camino al archivo.
El destino final del expediente depende de la decisión de la fiscal Andrea Palacios. Si bien los cuatro fiscales escobarenses trabajaron a la par durante los primeros meses de la investigación, era ella quien se encontraba en turno el día que Mirta Praino denunció la desaparición de Luis Gerez en la comisaría 1ra. Por lo que pudo saber DIA 32, la fiscal ya habría completado todas las diligencias pendientes para dar por cerrado el caso, por lo que se prevé inminente su pase a archivo.
“Al no poder probarse la autoría ni los extremos de la denuncia, es el curso natural procesal de la causa”, explicó a este medio la fiscal Irene Molinari. Y Flores, con quien compartió la entrevista, agregó: “Ya se chequearon todas las líneas investigativas que había y no se determinó nada. Ahí se estancó la causa”.
Así como Palacios y Paula Gaggiotti, Molinari y Flores se les vieron complicadas durante el caso Gerez. No por la carga de trabajo, el desvelo y la desacostumbrada exposición mediática que les implicó, sino porque sus iniciales sospechas sobre el entorno del albañil -fundadas en escuchas telefónicas- casi los conducen a un juicio político que el kirchnerismo bonaerense se disponía a impulsar contra ellos cuatro.
Ya lejos de aquellas vorágines, DIA 32 los consultó sobre sus impresiones del resonante y misterioso caso que no lograron resolver.
¿Se comprobó al menos que se haya tratado de un secuestro?
Flores: Digamos que los elementos aportados por la víctima no pudieron ser acreditados en la investigación. No se sabe qué pasó. Había un montón de cosas que no cerraban y nada de lo que decían se pudo acreditar.
¿Cuáles fueron los principales obstáculos que enfrentaron para profundizar la investigación?
Molinari: Los datos muy inciertos y poco precisos aportados por la propia víctima respecto de lo que sucedió.
Flores: Y la imposibilidad de obtenerlo de otro modo. Estuvimos un mes y medio buscando información en el lugar donde dijo que lo levantaron, pero no encontramos nada. Tampoco se pudo encontrar el lugar del cautiverio ni ninguna vinculación política; no le hicieron ninguna referencia del por qué ni fue un secuestro extorsivo, porque no le pidieron plata a la familia. Si a vos no te dicen por qué te secuestran, ¿qué sentido tiene? Además, el contexto político tampoco ayudó a la investigación ni a la credibilidad del hecho.
¿Se podría pretender de un secuestrado una declaración más precisa?
Flores: La gran cantidad de secuestros extorsivos que hubo en los últimos cinco años demuestra que el aporte que hacen las víctimas para encontrar el lugar de cautiverio y a los autores es fundamental, ya sea mediante reconocimiento de voces y lugares.
¿Cómo se puede comprender que un caso que movilizó tanto al gobierno nacional quede así, en la nebulosa?
Flores: Si vos tenías varias verdades, ¿cuáles le interesaban más al gobierno? Una, las otras no. Nosotros estamos atados a la información que se pueda obtener o que nos puedan traer. Todas las líneas investigativas que había se chequearon y no se determinó nada.
Artículo publicado en la edición de diciembre de 2009 de la revista DIA 32.
Fuente: El Día de Escobar