
Integrantes de la Cooperativa Trabajo y Dignidad de Garín realizaron una obra con gran sentido solidario.
Tras un mes de trabajo, sacrificio y sobre todas las cosas solidaridad, los integrantes de la Cooperativa Trabajo y Dignidad de Garín culminaron la construcción de una vereda que tiene como objetivo primordial mejorar la calidad de vida del joven Mariano De la Cruz Barbosa (28), quien sufre una discapacidad neuromotriz.
“Un vecino que conoce el trabajo que venimos haciendo nos contó la situación de este joven y acá estamos. En un mes hicimos sesenta metros de vereda y adentro le estamos haciendo la pieza, levantamos y revocamos las paredes, pusimos el piso y estamos por terminar el techo”, expresó a EL DIA de Escobar, Ángel Fernández, presidente de la Cooperativa Trabajo y Dignidad de Garin que llevó adelante la “vereda solidaria” en Gabriela Mistral al 4600.
Mariano De la Cruz Barbosa (28) padece una enfermedad denominada neurofibromatosis que le provocó un tumor cerebral por el cual tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. A consecuencia de esa operación -sospechas de mala praxis mediante- el joven garinense quedó cxn una discapacidad neuromotriz que, entre otras cosas, le impide movilizarse por sus propios medios.
Esta obra le permitirá en un futuro ser trasladado desde su casa en silla de ruedas sin inconvenientes, ya que anteriormente el estado del sendero era deplorable y no se podía transitar con facilidad.
“Me siento orgulloso de lo que hicimos, de la cooperativa y de mis compañeros, porque la verdad sin ellos esto no sería posible. Y me da mucha alegría que este chico pueda salir directamente desde su casa por la vereda y llegar sin pozos hasta la esquina donde está el asfalto”, expresó el cooperativista.
La vereda es de cemento, tiene 60 metros de largo y fue realizada con materiales aportados por la Secretaria de Desarrollo Social del Municipio a la familia afectada. En este sentido, los cooperativistas señalaron que le habían pedido a la Delegación de Garín un caño para poder hacer correctamente el puentecito que pasa por encima de la zanja, pero todavía siguen esperando una respuesta. “Después nos enteramos que venden caños por ahí, una vergüenza”, expresaron.
“Nosotros no estamos obligados a hacer este tipo de obras, pero lo hacemos de corazón y de esta manera nos diferenciamos de las otras cooperativas -en Garín hay cinco más- que se quedan de brazos cruzados en sus locales y que por esa actitud después la gente nos mete a todos en la misma bolsa y nos trata de vagos. Nosotros no somos así”, argumentó el cooperativista Cristian Díaz.
Por su parte, Yolanda Sánchez se manifestó agradecido por la obra: “Estoy muy contenta y muy agradecida por lo que están haciendo por mi hijo, porque yo sin ellos no podría hacer nada”, aseguró la madre del joven de 28 años, que tras ser operado de un tumor cerebral en el Hospital de San Fernando y permanecer internado durante seis meses -la mitad de ese tiempo en el Erill de Escobar- regresó hace un mes y medio a su casa del barrio Garín Oeste.
La construcción de la vereda, además de representar una caricia para Mariano, también figuraba como una obra necesaria, pero lamentablemente no es suficiente para mejorar su calidad de vida. Su madre señaló que además de una silla de ruedas especial necesita imperiosamente de medicamentos, material de enfermería -gasas, vendas, sondas- y alimento específico para poder cumplir con el tratamiento médico prescripto que lo devolverá a la vida ordinaria.
Más tarde Yolanda afirmó que si bien tanto el padre como un hermano de Mariano fallecieron años atrás por causa de una neurofibromatosis y que su hijo heredó esta terrible enfermedad, el tumor cerebral se despertó en él luego de recibir una brutal paliza por parte de tres delincuentes que lo abordaron una noche que volvía a su casa después de trabajar.
“A mi hijo le dijeron que si no se operaba urgente le quedaban tres meses de vida. Ya lo operaron y ahora está en manos de Dios”, concluyó sentidamente la mamá del joven garinense.
Compromiso con el trabajo
Es una cooperativa que nació en el marco del programa nacional “Argentina Trabaja” y hasta hace poco más de un año formó parte de la organización madre “Manos Unidas”. Por problemas estructurales esta “madre” se disolvió en tres cooperativas y allí vio luz, decidiendo funcionar de manera independiente -con estatuto propio- y “seriamente”, Trabajo y Dignidad.
Cuenta con una sede ubicada en Colón 586 -Garin- y sus 28 integrantes -18 activos- cobran un salario de $2.000 mensuales por trabajar de lunes a viernes de 8 a 12 horas -como mínimo-. Aunque manifiestan que es muy difícil trabajar en las condiciones actuales porque denuncian que desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación prácticamente no les están dando herramientas ni materiales, teniendo muchas veces que poner plata de sus propios bolsillos para poder cumplir con la rutina prefijada.
Ahora están desmalezando y empezando a pintar la Escuela Secundaria Nº7 del barrio Cri-Cri. Además, realizan tareas de electricidad, albañilería y podas en la Escuela Media Nº1, Escuela Primaria Nº10, Escuela Primaria Nº18 y Jardín de Infantes Nº925.
Fuente: El Día de Escobar