
Los ladrones entraron a la biblioteca por el sector de ventanales que da al polideportivo municipal.
Una computadora, una impresora y un equipo de sonido fueron algunos de los elementos sustraídos durante el fin de semana en la biblioteca municipal Arturo Illia, que en noviembre del año pasado había sufrido su primer robo.
“En aquella oportunidad habían roto una de las ventanas de vidrio que dan a la pista de atletismo del polideportivo, pero ahora la desarmaron”, contó a este medio María Marta Smokvina, encargada de la biblioteca que funciona en una sala de la planta baja de la Casa Municipal de la Cultura.
En comparación, el robo de este fin de semana representó un golpe más duro, ya que el valor de los elementos sustraídos es sensiblemente superior. Para la biblioteca, no contar con una computadora es quedar aislada por completo, sin posibilidades de trabajar en red con otras entidades ni de resolver por internet muchas de las consultas de sus visitantes.
Al margen de que a esta altura resulta evidente la necesidad de dotar de medidas de seguridad preventivas al inmueble de Tapia de Cruz 1280, para que entrar a robar allí no sea un mero trámite, un consuelo para la entidad y sus empleados sería que la Dirección de Cultura pueda desenredar las marañas burocráticas para reponer el equipamiento informático perdido y volver a funcionar con normalidad. Mientras eso no ocurra, el dolor infligido por los delincuentes seguirá latente.
Fuente: El Día de Escobar