La Fundación Peumayen es una organización sin fines de lucro que se encarga de brindar apoyo y contención a jóvenes y adultos que padecen discapacidad mental.
Esta iniciativa nació de la ilusión y la perseverancia de María Eugenia Dabruzzo, una joven de 27 años que imaginó un lugar donde las personas con necesidades especiales pudieran desarrollarse y obtener contención tanto en el ámbito personal como en el social para ellas y su círculo familiar.
La misión no era fácil, los interminables trámites burocráticos y la falta de capital parecían barreras imposibles de saltar. Sin embargo, quedó claro que la imposibilidad está solamente en creer que no es posible.
Decidida a sobrepasar los obstáculos con paciencia, María Eugenia logró terminar con las interminables filas de papeleos requeridos y tantas veces innecesarios a la hora de abordar un proyecto. Se encargó de convocar a más personas dispuestas a compartir este nuevo emprendimiento; entre ellos Oscar Bastarreche, quien actualmente desempeña el cargo de presidente de la comisión directiva.
La Fundación Peumayen se ubica en Loma Verde, más precisamente en la calle Conde 1140. Cuenta en su haber con diversos especialistas: psicólogos, nutricionistas, asistentes sociales y médicos, todo un equipo enfocado en su totalidad a mejorar la calidad de vida de quienes asisten a ella.
La Fundación no representa solamente un espacio físico de alojamiento para sus concurrentes. También, a través de una metodología combinada entre el hogar y el centro de día, se busca crear un ambiente de contención y participación donde cada uno pueda desarrollar sus habilidades psicosociales. Además, cuenta con espacios para el desarrollo de las actividades ocupacionales, con el fin de explorar las aptitudes y los intereses de sus residentes.
Para que esta institución pueda seguir su curso y crecer a la par de un futuro colorido que aguarda por llegar, es necesaria la colaboración de los vecinos. Por eso, cualquier donación -en especial, sábanas, frazadas, toallas, colchones y todos aquellos elementos de uso cotidiano-, son muy importantes.
Tal vez este sea el primer paso de un mañana que se acerca, donde la igualdad no sea solo una palabra más del diccionario sino que se convierta en un hecho real, tangible y concreto. Por lo pronto, el camino ya se marcó; ahora solo queda empezar a recorrerlo.
Artículo publicado en la edición de marzo de la revista Escobar Norte.
Fuente: El Día de Escobar