Sorpresivamente, el crematorio privado de Escobar cerró para siempre sus puertas el último día de febrero. “Es por motivos comerciales”, apuntó una fuente, que desvinculó esta situación a las denuncias por supuesta contaminación ambiental impulsada por vecinos del lugar.
“Escobar Crematorio Privado”, tal el nombre del establecimiento, llevaba ya diez años funcionando en un predio de la calle Felipe Boero y República del Paraguay, al lado del conocido cementerio parque del barrio Coprovi, en Belén de Escobar.
Desde hace un tiempo, algunos vecinos empezaron a sospechar que la causa de las enfermedades cancerígenas de la población cercana a los hornos de cremación se debía a una posible contaminación ambiental. Y llevaron su grave presunción hasta las autoridades municipales, incluso a la Defensoría del Pueblo. Pero, hasta la fecha, ningún estudio demostró que el agua o el aire del vecindario hayan sido afectados por la actividad del establecimiento.
“La última cremación fue a fines de febrero. Y después cerraron, para siempre”, afirmó una fuente consultada por El Día de Escobar, que también se preocupó en aclarar que “se van por motivos comerciales, no por otra cosa”.
Para los vecinos, sin dudas que esta noticia ha resultado un manto de alivio, más allá de que sus preocupaciones se determinen fundadas o no. Para Escobar, en cambio, lo que sí es seguro es que se perdió un servicio muy requerido por la gente a la hora de darle destino final a sus deudos. Ahora, el crematorio más cercano al distrito es el de Boulogne.
Fuente: El Día de Escobar
