Personal de Defensa Civil, en la ruta 26, sostiene un cable de electricidad volteado por la rama de un árbol.
La impresionante cantidad de agua caída, con granizo incluido, y las fuertes ráfagas de viento que se registraron durante la mañana y el mediodía de este martes terminaron dejando un saldo altamente negativo. Árboles, carteles y cables tirados por el suelo, voladuras de techos y anegamientos duraderos en rutas, avenida y calles fueron la postal de una jornada atípica, donde las sofocantes marcas térmicas fueron reemplazadas por un enérgico temporal.
Pero el principal perjuicio para la mayoría de los vecinos fueron, una vez más, los cortes de luz, que por estas horas siguen afectando a miles de usuarios, fundamentalmente en Belén de Escobar, Maquinista Savio e Ingeniero Maschwitz.
En las zonas afectadas, el servicio energético se interrumpió alrededor de la hora 14 y, salvo casos excepcionales, desde entonces todos continúan a oscuras y sin certezas de cuándo se hará la luz. La magnitud de los daños y el tiempo transcurrido, a lo que se suma el silencio de la empresa Edenor, no crean ilusiones de una pronta solución.
Ante la falta de electricidad, algunos comercios optaron por cerrar sus puertas hasta que la situación se normalice. En el centro de Belén de Escobar, en tanto, los comerciantes colocaron grupos electrógenos en las veredas para poder seguir trabajando pese a la adversidad.
Hacer trámites también se convirtió en una odisea, ya que la mayoría de los locales de cobro de servicios están sin luz o sin sistema y lo mismo ocurre con los cajeros automáticos. Una de las pocas excepciones es el Banco Provincia, cuya sucursal de la avenida Tapia de Cruz estuvo atestada durante todo este miércoles.
Quizás lo único positivo del temporal sea que, pese a su severidad, no dejó consecuencias trágicas y no se extendió más allá de un par de horas, que, no obstante, fueron suficientes para causar daños que aún no pudieron repararse.
Fuente: El Día de Escobar
