La madre del bebé ingresó al hospital el sábado 31, sin controles de embarazo previos, y quedó internada el mismo día.
Ante el impacto que generó en la opinión pública nacional la historia del bebé prematuro nacido en circunstancias confusas este domingo en el hospital de Escobar, el director del establecimiento desmintió que haya existido un mal procedimiento por parte de los médicos y negó que se haya dado por muerto al recién nacido, aunque su estado es crítico. No obstante, el ministro de Salud bonaerense ordenó que se inicie una investigación interna para saber echar luz sobre este caso.
Desde la Dirección Provincial de Hospitales informaron, en un comunicado de prensa, que el bebé nacido el domingo a la madrugada, con 24 semanas de gestación, 550 gramos de peso y 2,3 en el índice de Apgar (mide la vitalidad de vida de un recién nacido de 1 a 10) se encuentra en estado crítico, entubado y con asistencia respiratoria mecánica en la sala de neonatología del hospital Erill, donde estuvo desde el momento posterior a su nacimiento, concretado por parto natural.
Asimismo, se indicó que por expreso pedido del ministro de Salud, Alejandro Collia, se inició una investigación interna con el fin de conocer exactamente qué sucedió, determinar o deslindar responsabilidades y garantizar al público la buena calidad de atención del hospital.
Por su parte, el director ejecutivo del Erill, Carlos Ramos, informó esta mañana que la madre del bebé ingresó al hospital el sábado 31 de agosto, a través de la guardia y sin controles previos de su embarazo. “Sólo contaba con una ecografía que se había hecho recientemente debido a que perdía líquido y temía haber roto la bolsa. Tuvo dos embarazos anteriores: uno resultó en aborto”, detalló el médico.
La chica de 22 años quedó internada ese mismo día, con diagnóstico de oligoamnios, que es la disminución del líquido amniótico -producto del rompimiento de la bolsa-. Se realizaron todos los controles al bebé (ecografías, latido del corazón) y se intentó mantenerlo el mayor tiempo posible dentro del vientre materno.
“A partir de la internación se fue monitoreando a la mamá y al bebé durante toda esta semana. El objetivo era hacer que este embarazo continuara su curso hasta tanto el bebé estuviera maduro dentro de la panza de su mamá. Se la trató con antibióticos para prevenir infecciones, se la dejó en reposo absoluto y se maduró al bebé para que no tenga lo que se llama membrana hialina, que es el pulmón grueso que no lo dejaría respirar fuera del vientre materno”, se explayó el galeno, a la vez que aclaró que “en ningún momento se indujo al parto o se programó una cesárea”.
Finalmente, el pasado sábado comenzó el trabajo de parto en forma natural y el bebé nació a las 2.30 del domingo. En la sala de parto se encontraban la partera, el obstetra y la neonatóloga, quien revisó al niño recién nacido e inmediatamente lo colocó en una de las incubadoras que se encuentra dentro del mismo servicio de la sala de partos. Allí se asistió al bebé con halo de oxígeno y una vía de suero, se logró compensarlo y se lo trasladó a la sala de neonatología.
“En esta situación la posibilidad de sobrevida es casi nula. De cualquier manera, mientras haya vida el médico tiene que asistir al paciente y eso es lo que se hizo en este caso. Este es un hospital con perfil materno-infantil, con una neonatología de primer nivel. Lo que el bebé necesitó al momento de nacer, lo tuvo”, afirmó Ramos en declaraciones a EL DIA de Escobar.
Actualmente el bebé continúa en la sala de neonatología, intubado y respirando con asistencia mecánica. Su estado es crítico, como lo fue desde el momento de su nacimiento y desde el embarazo complicado que gestaba la madre.
Así, de acuerdo a la versión oficial no se estaría ni ante un milagro, como sostuvo la familia del bebé, ni ante un caso de mala praxis, aunque por ahora lo que realmente importa es que el pequeño Jesús pueda salir adelante en esta difícil lucha entre la vida y la muerte.
Fuente: El Día de Escobar
