
Armenio rescató un valioso de un reducto dificilísimo.
Por más que no haya habido goles, Sarmiento de Junín y Deportivo Armenio ofrecieron un vibrante partido este martes 20 a la noche, con muchas llegadas a los arcos, un ritmo sostenido y suspenso hasta el último instante, en el marco de la 31º fecha de la B Metropolitana.
Pudo ser para el local en la última que tuvo, a los ’43, cuando Marcelo Bangert calculó mal la salida ante un centro llovido y Martín Andrizzi la empujó de zurda apenas arriba del travesaño. En la réplica, también la visita pudo llevarse los tres puntos con una escapada de Víctor Gómez que resolvió con un derechazo cruzado, apenas desviado.
Así, de ida y vuelta, fue todo el complemento. A Armenio, que se dedicó a contragolpear, le faltó la puntada final. Sus atacantes estuvieron escasos de claridad y precisión para definir las varias chances que dispusieron para romper la paridad. Sarmiento, en cambio, no pudo contra la muralla humana que erigió el uruguayo Mauricio Garrido, que sacó todo, como si fuera el ángel de la guarda de Bangert.
La primera etapa no tuvo tanta intensidad pero también resultó entretenida. El tricolor fue más ordenado que los verdes y no hubiera sido injusto que se vaya al descanso en ventaja.
El punto dejó disconforme al local, que venía de eliminar a colón de Santa Fe por la Copa Argentina. Si bien conservó su invicto en el Eva Perón, dejó pasar una gran chance para saltar a la cima de la tabla. Pero aún tiene un partido pendiente y solo está a un punto de Estudiantes de Buenos Aires (60).
Para los jugadores de Fernando Ruiz, que se abrazaron sonrientes al finalizar el partido, el empate sentó como una inyección de confianza, fundamental para encarar la curva final del certamen. Sin el fantasma del promedio al acecho, está décimo con 36 y a cinco puntos de la zona de Reducido. Si mantiene la actitud de los últimos partidos, no habría que sorprenderse de que pueda acortarla.
Restan una decena de fechas y todavía todo puede pasar.
Fuente: El Día de Escobar